La leyenda negra: ¿celebrar o pedir perdón?

El 12 de octubre, conocido popularmente como Día de la Hispanidad, España celebra su Fiesta Nacional que rememora la llegada de Cristóbal Colón a América. Esta denominación de Fiesta nacional ha sufrido varios cambios desde que se comenzó a celebrar. En un primer momento, fue la Regente María Cristina quien impulsó esta fiesta en 1892 con motivo del 400 aniversario del Descubrimiento de América. Más tarde se aceptó el término del Día de la Raza, con el afán de unir a todos los pueblos de habla hispana. En la actualidad es una ley de 1987 la que da lugar a esta Fiesta Nacional de España, para rememorar que gracias a la apertura del “nuevo mundo”, España “inicia un periodo de proyección lingüística y cultura más allá de los límites europeos”. Pero, ¿realmente tenemos algo para celebrar?

El 2 de enero de 1492 el emir de Granada, Boabdil el Chico, entrega las llaves de la ciudad a Isabel la Católica, Reina de Castilla. Este acto marca el fin de la invasión musulmana en la península y concluye así la etapa de la reconquista cristiana. Sin embargo, los Reyes Católicos querían más, y recientemente había contactado con ellos un comerciante genovés, Cristóbal Colón, que les propuso una empresa que, en el caso de resultar exitosa, supondría la expansión del Reino de Castilla y la riqueza para un reino que ganaba cada vez más poder. Esta consistía en ir a las Indias desde Occidente. Finalmente, y tras meses de espera, mediante las Capitulaciones de Santa Fe sus majestades católicas llegaron a un acuerdo con el genovés para emprender el viaje. De este modo, el 3 de agosto de 1492 partieron de Huelva y no fue hasta el 12 de octubre cuando se pisó tierra conquistada. Ese mismo día, Rodrigo de Triana gritaba “¡tierra a la vista!”. Un grito que adelantaba un auténtico cambio en la historia de la humanidad.

A pesar de haber sucedido hace 531 años, este acontecimiento continúa teniendo repercusiones en la actualidad. En 2022 el presidente de México, AMLO, solicitó al Papa Francisco y al rey Felipe VI que pidiesen perdón por los abusos a los pueblos originarios de México. El Gobierno de España dijo “rechazar con toda firmeza” las palabras del presidente mexicano. Estos “abusos” a los que hace mención AMLO son parte de la llamada “Leyenda Negra”. 

Si cogemos la definición de “leyenda”, narración popular que cuenta un hecho real o fabuloso adornado con elementos fantásticos o maravillosos del folclore, que en su origen se transmite de forma oral, observamos que todas las leyendas nacen de un hecho real al que se le suman relatos irreales. Por tanto, podemos afirmar que la “Leyenda Negra” parte de hechos que fueron exagerados por los enemigos de España con el objetivo de desprestigiar a la que era la gran potencia mundial. Estados como Francia, Italia, Inglaterra o Alemania impulsaron esta concepción negativa del Descubrimiento de América por los españoles.

En un primer momento, Fray Bartolomé de las Casas publicó en 1552 “Brevísima relación de la destrucción de las Indias” con la que denunciaba los malos tratos a los indígenas por los españoles. En esta obra se hablaba de matanza sin comparación. Los enemigos del Reino de Castilla se acogieron a esta versión, porque no deja de ser una versión, para desacreditar al país predominante.

Sin embargo, si nos fijamos en los datos es sorprendente que un ejército de un cuarto de millón de españoles pudiese acabar con los 15 millones de nativos. La realidad es que la conquista se produjo por distintas vías: pactos con indígenas, alianzas, guerras y ataques a los mandos colonos. Y sí, se produjeron abusos como la esclavitud.

Por otro lado, la “leyenda Negra” también trata sobre la Inquisición, una institución eclesiástica que se implantó en toda Europa. Esa Inquisición española que describe la “Leyenda Negra” no fue tan sanguinaria como otras. Ejemplo de ellos es Alemania. En este Estado se impuso la Inquisición, al igual que España, pero a diferencia de España en este país se produjeron 1500 muertes tan solo de mujeres mientras que en España las muertes totales rondas las 1300 personas. Además, La Corona hispánica fue la primera en poner límites a la institución.

Todo ello, supuso durante años una visión errónea de España. En 1717 Montesquieu en “Cartas Persas” habló de la “pereza” de los españoles. O las acusaciones de “flota ineficiente o de “aportación nula a las artes y las ciencias”.

No obstante, en 1898 las máscaras se caen y Julián Juderías publica una obra denunciando los relatos (en referencia a la “Leyenda Negra”). Habla directamente de historias falsas y exageradas. Esta publicación supuso la expansión de la Leyenda Rosa que enmarca la conquista en un panorama idílico borrando toda alusión a la esclavitud.

Lo cierto es que, en mi humilde opinión, ni una ni otra. Se deben reconocer los abusos que se produjeron durante el descubrimiento y la posterior colonización, pero no se debe juzgar a una sociedad por los actos y excesos de sus antepasados. Se ha de contextualizar, pleno siglo XVI, los valores eran otros. Todas, sí, todas las sociedades emplearon prácticas que ahora consideramos de forma correcta que van contra nuestros derechos. Pero, ¿qué sociedad no cometió errores de esta índole? Nadie juzga a Alemania por sus abusos en Venezuela, o a Inglaterra por la colonización de Norteamérica, o a Portugal por enriquecerse de forma excesiva a costa del comercio de esclavos, o a México por sus persecuciones a los yaquis, chinos y mayas. Lo que vengo a decir es que no se deben juzgar actos pasados desde la envidia pues quién sabe por qué seremos juzgados nosotros en el futuro. Quizá por comer carne o por no ser solidarios.

Por todo lo expuesto, debemos pedir perdón sí, pero celebrar también. Pedir perdón por todos los abusos producidos, por reducir a la mínima expresión a los pueblos nativos y por aprovecharnos de sus debilidades. Y celebrar que gracias a España se produjo la primera colonización, se dejó atrás el oscurantismo y celebrar el orgullo español. Orgullo de abrir el mundo, de llevar una lengua y una cultura más allá del Atlántico y orgullo principalmente de levantarnos frente a los intentos de derrumbarnos y levantarnos con la lección aprendida porque España es un gran país con una gran historia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *